Frente al Vitral de Maquillaje (cuento)

no es otra historia de amor y dolor
de lados opuestos que asumo en la pista
actores lloran, rien o quizas solo fingen
en un teatro el resto aplaude; ellos no...
lo puedes ver? quizas oir?
todo sucede tan rapido alrededor
y sonluces; flashes cegadores
que antes me asombraban...
mientras reclino el asiento,
y mi vista se pierde en el carrusel de espejos
desfiguro y voces en eco gritan
tu fuiste! si... no eres! no!
y pienso, talvez si...pienso en su sangre...
cortinas escurren, y oigo el clamor de la gente
aplauden enfervorizados...
pero apenas salga por el frio callejon trasero
me mataran.

El Hombre de la Carreta

en honor a mi tio Hugo. -Extracto-


Un hombre tranquilo y sereno,
Con su carreta de manos...
De mascota y amigo un perro;
viajaban alegres por el barrio.

Llena de cartones, la carreta espera,
Sola; a las orillas de la calle...
Y el perro de negro pelaje;
Espera sin importarle a nadie.

El hombre se ha caido al canal,
El fatidico y cruel San carlos...
Le han sacado mas tieso que muerto,
Y su perro le sigue...

le sigue esperando.

Soy Yo!

CAPITULO I

La limosina estaciono frente al portal de la Iglesia de los Sacramentinos, una de las mas grandes e imponentes de Santiago. Rápidamente las señoras apostadas en la entrada, se precipitaron al auto para recibir a la novia. El padre, abriéndole la puerta a su hija, solo alcanzo en un reflejo a cubrirse con su antebrazo; mientras ella se bajaba lentamente, cuando un auto desenfrenado la impacto violentamente por detrás.

Héctor, el padre, abre los ojos y no oye el griterío del tumulto rodeando el accidente. Mira el suelo y la mancha de sangre que empapa el corsé blanco del vestido de su hija. Un borracho se baja del otro auto y se acerca inocente, incluso estupidamente a preguntarle algo.

En un arranque de cólera, lo coge del cuello y con una fuerza abismal lo arrastra dentro de la iglesia; y frente a la figura colgada de cristo en la cruz increpa:
-porque? Porque a mi?
-dejaste que este miserable, matara a mi hija!
y tragando saliva murmura hacia el:
-voy a hacer lo mismo que tu…
Y termino de estrangular al hombre ebrio que inútilmente aspeaba con los brazos, intentando liberarse.
Sintió que las estatuas de todos los Ángeles de la iglesia lo miraban inquisidoramente, y pronto se dio cuenta, lo que realmente que había hecho.
Y entre todos los invitados atónitos, corrió, y corrió.

CAPITULO II

Héctor despertó en un callejón.

Sentía un dolor en su pecho y al palpar, notó que algunas de sus costillas debían estar rotas. La cabeza le daba y no recordaba nada… ni siquiera su nombre.

Una pandilla que cruzaba el callejón se aproximo a molestarle. Pensaron en robarle, pero el que parecía su líder, se compareció de las heridas que llevaba y le tendió una botella envuelta en papel craft.

Pasaron un par de semanas y Héctor ya era parte de esa banda. Como no recordaba nada, y era un hombre fuerte y hábil; aprendió a intimidar, robar y pelear. Era bastante bueno y pronto desplazo al antiguo Líder. En las peleas clandestinas de bandas, destacaba por su ferocidad y poco temor… realmente el no sentía apego por la vida, no tenia recuerdos, ni familia, ni nadie que le quisiera; solo el cuarteto de vagos que lo seguía.

Cierto día, uno de sus truhanes fue herido de muerte en una pelea callejera. Al pasar por la sala del hospital, su vista se clavo en una mujer rubia, a la que creyó reconocer. Por un impulso extraño, decidió seguirla hasta la habitación donde una muchacha se mantenía viva gracias a un respirador artificial.
Era su hija!
De pronto, recordó todo… pero antes de entrar en la habitación el reflejo del vidrio le devolvió su apariencia; esa rostro no era el suyo!
Quien era el?
Retrocedió asustado y cayó temblando en el pasillo.

Durante semanas visito esa sala. El llegaba y se sentaba frente al lecho de su hija por horas. Se enteraría por medio de los periódicos, que del incidente en la iglesia, ella no habría muerto, y que él (Héctor) había sido acusado de asesinar al conductor ebrio y al intentar huir corriendo de ahí, un autobús le habría arroyado.

Recordando su antigua, fue alejándose paulatinamente de la banda. Extrañamente que cada vez que impedía una fechoría de ellos, su hija mostraba una pequeña mejoría; y este hecho le arranco las primeras lagrimas de su nueva vida, cuando ella inconciente aun, le toco un dedo. Relacionando los hechos, creyó que alejar a esos truhanes de la delincuencia su hija se recuperaría del coma. Aprovechando su influencia sobre ellos, logro conseguirles un trabajo honesto y una vida tranquila.

Efectivamente ella despertó del coma. Pero su hija, tal como lo esperaba Héctor, no lo reconoció con esa nueva apariencia, y el entristecido, regresó a la iglesia donde todo había sucedido. Llorando y en medio de la gran cúpula, volvió a increpar la figura del cristo redentor.
-porque? Que me has hecho, que mi hija no me recuerda!
-tampoco hiciste nada por ella!
-fui yo! Yo… actuando bien, quien la despertó de ese coma…
-te odio, te odio tanto…
Y llorando se durmió en medio del pasillo de esa antigua iglesia, bajo la mirada reprobatoria de las estatuas de Ángeles que lo rodeaban.

CAPITULO III

Despertó sobresaltado.
Dormía en una pequeña habitación; se acerco a una de las ventanas. Era un cuarto muy sucio y pequeño, seguramente de algún edificio en los suburbios más pobres de Santiago. Recordó todo, y corrió hacia el espejo trizado del baño. Su rostro se descuajó de la impresión. Tampoco era el, no era Héctor, ni Pitbull, como lo habían bautizado en la banda, era un hombre delgado y enjuto, con una barba descuidada y maltrecha.

Que pasaba?
cada vez despertaba en un cuerpo distinto… notó dentro de su desesperación que sobre la única mesa de la habitación, había una botella de vodka a medio tomar. Empezó a beber, mientras se lamentaba de su suerte, y ya un poco ebrio, reviso el mueble que le servia de velador. Sobre el; sus documentos y una llave de auto. Pensó en su hija, y aunque mareado, quiso verla, bajo los apartamentos y aparcado en la esquina reconocía un viejo auto café, y las llaves correspondían.

En dirección a su hogar, noto que la avenida estaba con mucha gente contenta y elegante, distraído viendo el algarabía de las señoras con sus vestidos de fiesta, desvió la vista para ver el umbral de la iglesia que se aprontaba a recibir una ceremonia, oyó un grito y solo atino a cubrirse el rostro con el antebrazo…
se estrellaba contra una limosina!

Preocupado, salio rápidamente del auto que se había incrustado en el parachoques trasero; un hombre de smoking estaba caído mirando atónito la escena, sintió pavor y un frió que le corría desde la medula:
Era Él!
El hombre del smoking, incorporándose violentamente lo apreso del cuello y lo arrastro violentamente dentro de la iglesia.
El suplicaba, y gritaba:
-soy yo, no me mates!
–soy yo…
y notando lo inútil que era zafarse, empezó a decir sollozando:
-ella esta viva, esta viva...
Su última visión fue la del cristo en la cruz.

Disco 2000

la miro... pero un mechon de pelo lila, le cubre un ojo.
el otro ojo me mira, como el ojo de un ave de rapiña,
seguramente se relame de pensar en mi carne...
sentada al otro lado de la sala bebe un vaso plastico,
una cerveza o un liquido amarillento y espumoso,
quizas es orina, o lo sera dentro de un rato...
de pronto se acerca, tambaleandose al ritmo basico,
sus pantalones parecen magicamente; afirmados,
su olor, es el olor del baile; se para frente a mi...
le toco el rostro y lo palpo...

-no pense estar tan flaca...

una pregunta se escapa del alcohol y la pastilla bicolor:

-porque hay tantos espejos en este lugar?

Antes del Fin


que nos queda despues de una vida llena de declives y pasos; algunos firmes otros torpes?
solo los amigos... amigos que atan recuerdos, emociones y experiencias.

ayer, pelie con mi mejor amigo. pensando que del segundo semestre 2007 hasta hoy, es larga la lista de personas que se han separado de mi; por X motivos. Hay caminos que se cierran y otros que terminan en muros.

son las cosas de la vida.
espero escribirlas como lo hizo Sabato.

Excelente libro, es como sentarse a oir las miles de historias de un gran escritor y pensador. (tantas como canas sobre su cabeza envejecida) ...leanlo.

Un Café por Favor

poesia urbana, como bruma de tallarines pegados,
que ahoga en salsa de espuma, arrogante y cremosa,
muros pintados con rimel de spray y grafitis,
vomitan tras los puestos de mote con huesillo...
del "rey del mote" que perdio a su hija virginal.

Un par de cuervos bocinan con sus beat-box,
en estereo cuadrafonico de cuncunas colectivas,
horribles cuncunas, blancas verdesinas...
el calor entalla el sudor de miles de sudores
retenidos en un metro cuadrante;
aspiro una bocanada de aire y me persino al cielo!

solo un cafe, es mi consuelo... un cafe porfavor!
aunque más lo es, o quizas menos, ya no se...
la niña que lo vende siempre al caer el sol.

Ya No

nota del autor: este es el primer escrito del 2008! un gran saludo a toda esa gente que revisa este espacio y lo ha encontrado vacio. PoetaRulz, esta viviendo un sueño que dia a dia se hace mas real, he descuidado mi blog, pero poco a poco le retomare.
- Gracias por los saludos al mail y por las visitas diaras que recibo!
- Sera un año lleno de buena literatura! se los prometo!


Ya No
(cuento popular)

Una vez; un hombre que caminaba despreocupado por un callejon, notó; que en la misma direccion y al mismo paso, una mujer (muy hermosa) hacia el mismo recorrido. Quiso hablarle, pero la calle, se separo en una especie de tunel, y solo podia verla, cuando pasaban ciertas rejas.
Ella, iba demasiado rapido para oirlo, entonces él, corrio hasta la proxima reja; e intento cruzarla para declararle su amor.
cuando llego a la reja, paso la cabeza, pero el espacio era tan reducido, que le quedo una oreja fuera; el hombre forzajeo y forzajeo, pero la oreja seguia quedandole fuera. Penso: la mujer es hermosa y me sonrio, la quiero.. la quiero mucho, y en un arranque incluso de locura, cruzo la por los barrotes de la reja! el hombre habia logrado pasar la cabeza, pero habia perdido la oreja!

No importa, alla venia ella, y debia apresurarse. Cuando intento cruzar el pecho, noto que una mano le estorbaba; y con el dolor de la oreja ausente, la mano tampoco importó, forzajeo y, dislocandose el hombro cruzo hacia el otro lado.

el hombre con un brazo colgando y una oreja menos, solo atino a sonreir cuando la mujer le alcanzo.
- te quiero, dijo él; y por ti me he herido para cruzar a verte!
la mujer mirandolo, dijo:
- yo te queria...
- te queria como eras;
- ahora asi como estas... ya no te quiero!

moraleja: (siiiii, empezemos con moralejas, recuerden que los cuentos sirven para hacer dormir a los niños y despertar a los adultos) a veces, cuando nos enamoramos, lo hacemos de la persona, tal cual es. Si esta persona intenta cambiar (incluso para agradarnos) es posible que aquello que la hizo enamorar ya no este. seamos autenticos, ...siempre, seamos siempre nosotros mismos!