Camino entre dunas y arrozales; entre valles,
arrastro sinuoso y temblante; dudas y llantos,
mi paso, tiembla al quebrarse nuevamente,
descalzo, piso hortigas y espinas dispersas...
Llagas endurecen mis pies que lloran fatigados,
revestidos de asfalto, parecen un trino de vidrio,
una pista de hielo, dibujada con uñas de gatos,
e imparcial, el cansacio me sigue como sombra.
Cuanto he de caminar en circulos tras de mi?
tras mis propias huellas que la mar no borra,
en este cuadro irrealista de escaleras unidas,
o de laberintos que olvidaron sus salidas....
Perdido entre la niebla y los sueños de Unamuno,
preso del cansacio dormido y vitalicio en mi,
como zurcar ese cielo, tan azul o gris. como?
si recordara como, ...como usar mis alas...
1 comentario:
Estimado poeta:
Creo que por vez primera encuentro un texto que se aplica tan bien al noble objetivo que Ud. anhela. Lo que busca está ahí, en su escrito muy bien logrado. Ahora, hay sus ripios sobre todo al finalizar las dos últimas estrofas. Lo cual no desmerece para nada lo riguroso y ajustado del texto. Pero de igual manera, lo extravían un poco de su centro, el cual es, intuyo, una obra de arte redonda y perfecta, o al menos, un texto que despierte al lector y lo remueva.
Un agrado pasar por su blog, como hago muy a menudo, salvo que en esta oportunidad, me sentí en la obligación de hacerle partícipe de mi muy humilde opinión.
Saludos Poeta
Gabriel V.
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