El Reloj Amante

Este cuento, es un Extracto de uno de mis libros llamado: Jazz y Pozole. Narra las historias (historias?) de un inmigrante afroamericano en Britania de los '20.

Era Madame CatterBay; lo que muchos dirian, una adorable anciana. Otros criticarian; que una dama de su alcurnia, visitara el Pozole; en especial por el extraño y cada vez, mas particular universo de personas que frecuentaban este roido bar en los suburbios de Londres.

James Brownie, su dueño, el jazzista, barman e incluso el hombre del aseo, cada martes debia atender la barra; por lo mismo ya conocia, repetidamente, la triste historia de Madame Catterbay; lo que no sabia, era que esta desdichada viuda, habia caido, en el encanto de este flojo, pero interesante afroamericano arraigado en Britania; seria su Jazz, su acento; o su blanca sonrisa, lo que les atraia tanto a las mujeres? La rutina se extedio por diez años; la Sra. Catterbay llegaba muy temprano cada martes, pedia un gin; conversaba las mismas trivialidades de siempre con James, y luego veia su espectaculo, cada noche se despedia y dejaba siempre, 20 libras sobre la barra, pagando no solo el licor, sino la compañía que tanta falta le hacia.

El segundo martes de Marzo, James; noto el puesto vacio, que siempre ocupaba la madame. Incluso en un arranque de preocupación, encargo la barra a su ayudante y salio a dar una vuelta por el callejón, el barrio podia ser peligroso; y pensando que algun inconveniente pudo haber indispuesto a madame, regreso. En la típica locacion de la Sra. Catterbay, habia un gran paquete envuelto. Pregunto a su ayudante y a la gente alrededor: - quien habia dejado eso ahi? -Disculpe sr. esto le pertenece? - Srta. ud habra visto quien trajo esto?
nadie sabia... Lo guardo por si alguien lo reclamase.

El martes siguiente, Madame Catterbay tampoco aparecio. Algo le obligo a abrir el paquete; fue a la bodega con un candelabro, y con mucho cuidado descubrio; que un reloj muy antiguo se hallaba envuelto; como buen tramposo que era, calculo; que por las terminaciones de oro, los grabados en caoba y la placa de marmol que componia las horas; podia facilmente, valer más de 2000 libras! ..Penso en venderlo, pero su corazón se comprimio de pronto, y en un arranque incluso estupido, colgo aquel hermoso reloj, frente al puesto que martes a martes ocupara la Sra. Catterbay; su único inconveniente fue, que el reloj no andaba.

Durante la primavera, James conocio a Mary... Esa noche en particular, toco su mejor Jazz, delicado, sutil y ritmico; su sonrisa resplandecia mas que otros dias en su negro rostro; era evidente, nuestro negro y tramposo jazzista estaba enamorado... al terminar su ultima pieza, los aplausos fueron mayores que otros dias y a pesar del tumulto, James oyo un crillon que sonaba de fondo... al pedir silencio; noto que era el reloj quien tambien parecia aplaudirle! ..Pregunto a sus empleados, quien lo habia reparado, pero nadie sabia como magicamente el reloj funcionaba y marcaba la hora exacta!

Cierto dia, James trapeaba el pozole como solia hacerlo por las madrugadas; cuando un silencio sobrecogedor le perforo la conciencia. El reloj que solia hacer.. click, click, click.. se habia detenido. De pronto recordo una noche, en que madame Catterbay, le dijera, un poco ebria, lo enamorada que estaba de el. Dejo caer la escoba y salio corriendo del Pozole, cogio su abrigo y sombrero, y por la calle corriendo aun, busco un carruaje...

James lloraba...

Era inutil, ...el ya lo sabia; Mary habia muerto esa noche.